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5 propuestas de exfoliante corporal casero para cada piel

Si eres de las que te gusta crear tus propios cosméticos, hoy estás de suerte, porque traemos, nada más y nada menos, que 5 recetas caseras para hacer un exfoliante adaptado a cada tipo de piel.

Y lo mejor de todo, es que son sencillas de llevar a cabo y son todas con ingredientes naturales, así que sigue leyendo y aprende cómo hacerlo.

Por si no lo sabías, la exfoliación es un paso del cuidado y la higiene corporal muy importante, ya que, gracias a su acción, eliminamos las células muertas, purificamos la dermis, suprimimos cualquier tipo de impureza y la limpiamos en profundidad.

5 propuestas de exfoliante corporal casero para cada piel

Asimismo, su finalidad también incluye mejorar la suavidad, la hidratación y en general, su apariencia, para que luzca sana, bella y suave.

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Y lo bueno es que actualmente no hay que gastarse un dineral en productos de cosmética, puesto que hay muchas preparaciones con alimentos que casi todo el mundo tiene en casa, como en este caso los exfoliantes de este artículo.

Aunque siempre te recomendamos que eches un vistazo a: nuestra lista de los exfoliantes para el cuerpo que mejor van.

¿Quieres conocer los procedimientos? Si la respuesta es sí, te recomiendo que leas con detenimiento las siguientes elaboraciones caseras, para que puedas preparar satisfactoriamente la que se adapte a tus necesidades o ¡todas! La decisión está en tu mano.

Presta atención, a continuación.

5 recetas caseras de exfoliantes corporales para cada tipo de piel

De aceite de almendras dulces para la piel seca

El activo ideal para devolver la vitalidad a las pieles afectadas por la sequedad es el aceite de almendras, pues concede nutrición e hidratación en intensidad.

Para su preparación, deberás calentar media taza de aceite de almendras dulces en el microondas o en un cazo, lo que prefieras, y añadir dos cucharadas de azúcar moreno de grano grueso.

Tendrás que remover la mezcla con un cucharón, hasta adquirir una textura uniforme.

Al contrario de lo que se suele hacer con los exfoliantes comunes, esta primera elaboración tiene un modo de empleo distinto, ya que se aplica antes de la ducha y no después.

Con la ayuda de una esponja de baño, a poder ser suave, extiende la pasta por todo el cuerpo mediante masajes circulares para que la exfoliación sea efectiva.

Para finalizar, retira el producto con abundante agua atemperada y dúchate con jabón.

Comprobarás que su aroma es muy agradable y aparte, te dejará una piel deslumbrante.

De avena para las dermis sensibles

La avena es el ingrediente estrella para mejorar el estado de las dermis más delicadas y con tendencia a padecer de irritaciones o rojeces a menudo.

Junto con la leche, la avena será idónea para hidratar y limpiar mediante este exfoliante seguro y cuidadoso, apto para esas epidermis tan sensibles que requieren mimos y cuidados especiales.

Su elaboración es muy sencilla, basta con mezclar media taza de avena molida, dos cucharadas de leche en polvo y un poco de agua.

No dejes de remover, hasta que la masa haya adquirido consistencia.

Deja reposar durante un minuto aproximado, antes de la aplicación.

Ten presente en seguir el proceso anterior, pero en esta ocasión como es habitual, tras la ducha.

De limón para la piel grasa

Para equilibrar la generación del sebo, esta fruta cítrica juega un gran papel, pues es astringente y controla la segregación de la grasa de las glándulas sebáceas para evitar un exceso.

Así que para preparar este exfoliante perfecto para las dermis más grasas o con tendencia acneica, deberás mezclar bien una cucharada del jugo natural de limón, dos cucharadas de aceite de oliva y otras dos de azúcar moreno de grano grueso.

Puedes aplicarte el mejunje enseguida, de igual modo que los anteriores y dejar actuar durante unos diez minutos, como mínimo, para apreciar los resultados antes.

Recuerda retirarlo con abundante agua tibia.

Esta receta es perfecta para acabar con los granos en la espalda y en cualquier otra parte del cuerpo.

De café para la celulitis y las estrías

El célebre café tiene múltiples utilidades, pues además de ser un gran aliado a la hora de reducir los signos de la celulitis, también es efectivo como tratamiento y para la prevención de las estrías, a causa de sus propiedades antiestrías.

Asimismo, trabaja estimulando la generación del colágeno y la elastina, y mejorando el riego sanguíneo.

A pesar de que existen una infinidad de versiones, he querido mostrar una de las más fáciles y su realización, seguro que no te supondrá ningún problema.

Es simple: añade café molido a tu leche limpiadora facial habitual y emplea este elixir exfoliante para todo el cuerpo, siguiendo los anteriores procedimientos tan básicos de aplicación.

Deja que haga efecto durante unos diez minutos aproximados y retíralo, verás sus positivos efectos en pocos días.

De miel y linaza para codos y rodillas

Hay zonas del cuerpo más ásperas y rugosas que requieren cuidados especiales, como es el caso de los codos y las rodillas.

La tarea de suavizar dichas áreas corporales no tiene secretos, pues la miel y la linaza serán dos grandes aliadas, junto con el agua.

Mezcla media taza de miel natural, 25 gramos de linaza y media taza de agua tibia, removiendo hasta que todo se adhiera, formando una misma pasta homogénea.

Deja reposar esta masa en el frigorífico durante unas tres horas, para poder proceder a la aplicación.

Frota los codos y las rodillas con este ungüento casero, deja que actúe durante unos tres minutos y retira la sustancia con abundante agua.

En poco tiempo, verás como esas partes van adquiriendo más suavidad y se aprecian muy mejoradas, tanto en la vista como en el tacto.

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Aspectos para tener en cuenta sobre estas recetas

Antes de realizar estas recetas, te aconsejamos echar un ojo a las siguientes recomendaciones para hacerlo sin riesgos y cerciorarte de todo:

  • Es bastante improbable que estas elaboraciones caseras puedan crear efectos adversos, ya que están creadas mediante productos naturales seguros. No obstante, cabe la mínima posibilidad de que alguien sea alérgico a alguno de los activos y lo desconozca, por ello debes realizar siempre una prueba con una porción pequeña en la muñeca. Si tras 24 horas no ha aparecido nada inusual, podrás emplear los exfoliantes sin riesgos.
  • Ten presente que estas formulaciones no tienen una vida prolongada, pues caducan a las dos semanas de su preparación. Por eso, siempre recomendamos elaborarlas justo antes de la aplicación y si sobra producto, guardarlo en un tarro con cierre hermético, alejado de la luz y en un lugar fresco y seco.
  • No excedas de las dos aplicaciones a la semana, con más ahínco si tu dermis tiende a sensibilizarse, puesto que puede llegar a ser corrosivo y ya sabes que un exceso de cualquier cosa es malo.
  • Y cuando procedas a la exfoliación, no frotes demasiado, pues podrías agravar tu epidermis o inclusive hacer que aparezcan condiciones no deseadas como irritación o rojeces, así que ten cuidado.

Esperamos que te haya gustado conocer la teoría sobre cómo hacer un exfoliante corporal casero, ahora sólo falta que la pongas en práctica ¿Te atreves a probar alguna de las recetas?