Mis consejos para tener un sexo anal alucinante
He aprendido lo único que puede ayudar a la mayoría de la gente a tener un sexo anal alucinante, y es sorprendentemente simple. Así que atenta, tengo algunos consejos para ti.
La primera vez que tuve sexo anal, no estaba preparada para ello. No había leído nada del tema, y no sabía lo que se necesitaba para hacerlo bien.
Sabía que debía poner lubricante, pero no tenía idea de que había que hacer algo más que eso.
Con el paso de los años, me tomé mi tiempo para educarme un poco más. Leí todos los consejos que encontré. Pero siempre faltaba una parte de la información.
El sexo anal podía ser increíblemente estimulante y placentero. Podía dejarme profundamente satisfecha y preguntándome por qué no me follaban el culo más a menudo.
Otras veces, simplemente estaba bien.
En ocasiones, no funcionaba en absoluto y tenía que dejar de meterme el pene de mi pareja por el ano.
O seguía, pero no era tan cómodo como yo quería.
No podía entender por qué.
En algunos casos era obvio que no lo quería lo suficiente. Pero cuando estaba excitada y deseaba un buen polvo, no tenía ni idea de por qué no se convertía en una de esas experiencias anales alucinantes.
Tenía un montón de lubricante, tenía un compañero cuidadoso y cariñoso, y me había mentalizado a fondo.
Pero lo que no tenía era control muscular.
La forma correcta de relajarse para tener sexo anal
La peor parte del anal es siempre la penetración inicial.
Deslizar esa masa de carne dentro de mí es la parte menos agradable. Luego está bien, pero la entrada puede ser muy incómodo.
Me imaginé que era inevitable. Pones todo el lubricante que puedes, estableces la mentalidad correcta, y aceptas que no va a ser placentero hasta que esté en profundidad y empuje.
Pero resulta que había algo más que podía hacer para que la inserción inicial fuera mucho más agradable. Era un simple truco muscular.
Es uno que debo haber hecho de vez en cuando, pero nunca conscientemente.
Sólo empecé a hacerlo conscientemente después de aprenderlo en una guía de Kenneth Play sobre el sexo anal. Creo que nunca lo he visto escrito y explicado en ningún otro sitio.
Todo el mundo dice que deberías relajarte para que el sexo anal sea más agradable. Ese es un muy buen consejo.
Pero lo que he aprendido es que no se habla lo suficiente sobre el tipo de relajación que necesitas.
Muchos recomiendan la respiración profunda. He visto a gente que dice que deberías tener una mentalidad tranquila. Y otros te dirán que lo hagas despacio para no ponerte nervioso.
Son buenos consejos, pero también tienes que apoyarte en el pene.
Sé que no suena como una técnica de relajación, pero lo es, es una técnica muy precisa y concreta.
Tienes que estar emocional y mentalmente relajada. También tienes que relajar tu cuerpo. Pero igualmente tienes que relajar una parte muy específica de tu cuerpo.
Eso es porque el músculo de tu esfínter se tensará instintivamente a menos que te asegures de que está debidamente relajado. Y lo haces presionando sobre él.
Hasta que te acostumbres, esta acción irá en contra de tus inclinaciones naturales.
Puede que sientas como si estuvieras tratando de empujar el pene hacia afuera o tratando de evitar que entre. Pero lo que realmente haces es darle la bienvenida relajándote, aflojando y preparando tu trasero.
Es la primera cosa que ha mejorado el sexo anal para mí.
Y sospecho que el no saberlo es la razón por la que tanta gente tiene malas experiencias con el sexo anal, incluso cuando realmente quieren hacerlo.
Cada vez que quieras introducir algo en tu trasero, aunque sea un dedo o un pequeño plug anal, asegúrate de relajar el músculo del esfínter de esta manera. Notarás la diferencia.
Sexo anal sin dolor
El no querer bajar el ritmo durante la penetración inicial impide que mucha gente experimente un sexo anal asombroso.
Pero hay algunas cosas más que necesitas para hacer que la experiencia sea tan buena como debería ser.
Entrena tu ano
El entrenamiento anal es siempre una buena idea. Es básicamente explorar y probar en solitario.
A veces implica específicamente trabajar para pasar de los juguetes anales pequeños a los más grandes.
El punto es básicamente entrenarte para relajar ese músculo para que estés listo cuando sea el momento de la penetración.
Es especialmente útil si es tu primera vez, o si sólo lo haces muy de vez en cuando. Aunque me encanta, en realidad no lo hago todas las semanas.
Jugar con un plug anal es una buena manera de asegurarme de que sigo estando preparada cuando me pongo de humor para ello (además, es muy divertido).
Ve despacio
Me gusta el porno anal. Es uno de mis géneros favoritos, pero solo lo disfruto cuando la chica que recibe parece que lo está disfrutando de verdad.
Una cosa que odio especialmente es ver a los hombres que se adelantan y meten sus miembros rápidamente, en vez de ir despacio, o mejor aún, dejar que lo haga ella misma.
Ese tipo de prisas reduce seriamente las posibilidades de que ella se sienta bien o incluso que esté cómoda.
De nuevo, tiene que ver con los instintos naturales de tu esfínter. La reacción por defecto de este músculo es flexionarse y tensarse, y eso es lo que va a hacer si se le coge desprevenido.
Debido a eso, casi cualquier penetración que ocurra abruptamente va a ser un problema.
Lubrica
Incluso si puedes relajarte como un profesional, el lubricante es básicamente esencial para el sexo anal.
En algunas ocasiones, he tenido todos los astros alineados -una intensa excitación y un enorme deseo de hacerlo, su pene y mi culo se encuentran en el ángulo perfecto, y un comienzo lento y suave-.
En esos casos, me las arreglé para salirme con la mía usando solo un poco de saliva. Pero así ya no es como funciono y tú tampoco deberías hacerlo.
Tu boca y tu vagina se lubrican solas, pero tu culo no. Así que asegúrate de usar un buen lubricante cuando practiques sexo anal.
Si no usas condón, puedes usar un lubricante a base de aceite, o una opción totalmente natural como el aceite de coco.
Con o sin condón, puedes usar lubricante a base de silicona o agua.
El lubricante de silicona es mi favorito porque es resbaladizo y dura mucho tiempo, lo que lo hace ideal para este tipo de juegos.
Sin embargo, evítalo si estás usando algún juguete sexual de silicona.
Soy muy exigente cuando se trata de lubricantes a base de agua, y tú también deberías serlo cuando se trata de tu trasero.
Compra uno que esté diseñado específicamente para el sexo anal. Son más espesos, más resbaladizos y suelen durar más que los lubricantes estándar a base de agua.
Deséalo de verdad
Muchas mujeres prueban el sexo anal porque su pareja quiere hacerlo, no porque ellas mismas lo deseen.
El resultado no es bueno, porque tu deseo juega un gran papel en lo fácil y placentera que va a ser la experiencia.
Si te gusta la idea, o quieres dar gusto a tu pareja tan desesperadamente que has conseguido excitarte con ello, entonces estás lista.
Pero si lo haces por obligación, bajo presión o porque quieres impresionarlo, probablemente es mejor evitarlo.
No creo que nadie que no quiera hacer anal deba intentarlo. Es físicamente exigente y puede ser incómodo o francamente doloroso si no se hace bien.
Y como la única cosa que separa el buen sexo anal del malo es un músculo muy sensible, tu corazón tiene que desearlo realmente.
Estimula el clítoris
La estimulación del clítoris durante el sexo anal es increíble. Consigues una sensación realmente intensa y puede darte algunos orgasmos muy intensos.
También hace que el sexo en sí sea mejor y más fácil, así que no te lo saltes.
Ayuda mucho durante la penetración inicial. Darte ese placer mientras pasas por esa pequeña molestia te ayudará a relajarte y a concentrarte en otra cosa mientras tienes el miembro dentro.
Una vez dentro, el placer de tu clítoris seguirá haciendo la experiencia más cómoda en general. Esa pequeña ayuda extra hace que todo vaya mucho más suave.
Relájate, ya lo tienes
No estoy segura de por qué más gente no difunde el secreto para tener un sexo anal fantástico.
Puede que no sea fácil de explicar (demonios, no estoy segura de haberlo explicado claramente). Puede que la mayoría de la gente no se de cuenta -los expertos en sexo anal lo hacen sin darse cuenta de que lo están haciendo-.
O tal vez todos los que lo saben asumen que es de dominio público.
Bueno, pues no lo es. No lo he descubierto hasta hace poco, y podría haberme ahorrado mucho dolor si lo hubiera aprendido antes.
Y ahora que conoces todos los consejos para tener un sexo anal alucinante, estás lista para divertirte. Agáchate, relaja ese músculo, y disfruta.